miércoles, 10 de agosto de 2016

LA VERSIÓN OFICIAL


Antes de nada, un matiz: por mi edad, tengo 41 años, soy una excepción en este fandom, en mis respuestas seguramente se note; por lo demás, sí encajo en el perfil habitual de fan que suele ser mujer, no suele ser heterocis -ahí tampoco cumplo- y bastante joven.


¿Cómo te metiste en esto del fandom? ¿Habías participado previamente en el mundo del fan fiction?

Llevo metida en fandoms desde que vi mi primera serie, Luz de Luna, a mediados de los ochenta. Para mí fandoms muy importantes en mi vida han sido Twin Peaks y Expediente X, he estado en fanzines por correo, foros, blogs etc. lo típico.

Nada de esto me es ajeno, por tanto; ya sabía lo que era un ship y lo que era fan fiction, pero creo que nunca había leído tantos como ahora, intenté leer fanfics en los 90 y los 2000 sobre las ficciones citadas y otras, pero por alguna razón no me engancharon. Ahora sí.

Desde la noche del 7D de 2015 empecé a ver todo lo de Peblo, los memes, las historias, las viñetas etc. y  me encantó ver el lenguaje del fandom aplicado a la política, nunca se me había ocurrido y es para mí es perfecto; supongo que la parte de representación que tiene puede ser vista como ficción y a los personajes públicos de los políticos se les puede tratar igual que a los de una serie.

He hecho aesthetics y he escrito un par de posts en mi blog analizando el fenómeno de forma muy personal, intentando explicarlo y explicármelo, pero de momento no he escrito fanfic, supongo que podría.


¿Y en temas de política? ¿Cuándo te empezaste a interesar por ella?

De joven era mucho más conservadora, me he ido izquierdizando con los años y ahora soy podemita con trazas de IU, de ahí es de donde vengo y puede que algún día tenga que volver. Mi interés fue aumentando con el tiempo, en internet fui aprendiendo más sobre política por conversaciones con otros, pero jamás me había parecido tan apasionante como ahora; mi intensa repolitización -diría que a partir de 2008- se debe sobre todo a haberme interesado por  el feminismo interseccional y la sociopolítica, algo que me ha sucedido gracias a las redes sociales, que me pusieron en contacto con gente y vivencias que jamás podría haber conocido de otro modo. Para mí tiene más importancia que nunca, creo que todo es política y no se puede obviar ni pensar que haya algo que no tenga un grado de la misma, es un tema sobre el que no se deja de discutir y aprender.


¿Cómo viviste el 15M?

El 15M lo viví lejos de Madrid, y pienso que de haber seguido viviendo allí me habría afectado de forma distinta, en Baleares vimos sombras, fragmentos, copias, no fue lo mismo. Fuimos a muchas manifestaciones en un solo año, hubo acampada en Plaza España de Palma, la gente se movió, pero se acabó rápido; sí me acuerdo de haber ido a una asamblea y haberme sentado en el suelo, me acuerdo de la sensación como de canción de Simon & Garfunkel en los sesenta.


¿Es el fandom político un fenómeno mayoritariamente femenino? ¿Por qué crees que es así?¿Cómo definirías lo que se hace en el fandom? Humor, agitación política, diversión…

Sí, lo es, seguramente porque los fandoms en general ya lo son de por sí, este no iba a ser menos. En el fandom se hace sobre todo cachondeo y fantasía, mediante todo tipo de creaciones: fanfics, aesthetics, vídeos redoblados, memes e incluso cuentas de tuiter dedicadas por entero al tema, pueden tener más o menos sesgo hacia un lado u otro, o tratar de no tenerlo.

También tiene una parte de crear vínculos con otras, se hacen chats, te relacionas, conoces a otras con tus mismas aficiones e incluso tus mismos crushes, puedes hacer amigas, en una frase.

Y aunque sea muy personal y muy feminista, también veo una cosificación de los políticos como broma y como revancha, si te sirve.


¿Quiénes son los políticos actuales que más te interesan y por qué?

Los políticos que más me interesan sin duda son Pablo Iglesias y Albert Rivera,  porque soy riverer y de Pablert, antes era de Peblo, pero es evidente que está bastante acabado porque ya vemos lo que va diciendo Pedro Sánchez por ahí.

Albert Rivera sólo me interesa como crush, no tengo mucha confianza en el Ibex 35 y sus designios, es el que me parece más atractivo, pero seguramente sea un amoral y un oportunista, esa es parte de la gracia siendo podemita. Políticamente puede ser interesante ver hasta dónde es capaz de llegar y si sería capaz de hacerse de izquierdas un día de estos. Veremos.

Es interesante su curiosa relación con Pablo Iglesias, la típica de opuestos que parecen fascinarse mutuamente con sus continuos “ en realidad nos llevamos bien” y “tengo una relación cordial con Albert Rivera”, esa es la base del Pablert y todos sus fanfics -sin duda los más sexys- la fantasía de que mantienen una relación secreta que un día confirmarán.

Esto en sentido fandom, en sentido puramente político no pueden interesarme más las propuestas de Pablo Iglesias o de Ada Colau, hoy mismo he ido a un mitin y he escuchado un discurso maravilloso de la segunda sobre reapropiarse de las instituciones que siempre debieron ser nuestras o contra el individualismo de una sociedad que no para de excluir a los desafortunados, intento ser crítica y aún así esta gente me da cierta esperanza, una ilusión que podría romperse, para variar, pero que vale mucho la pena vivir.


Hay gente que considera que lo que hacéis es una frivolidad, una banalización de la política. A mí sin embargo me da la sensación de que os la tomáis bastante en serio. ¿Cómo lo ves? ¿Por qué crees que existe ese desprecio hacia el fandom?

Creo que hay muchas posturas en el fandom político, está la que sólo quiere divertirse y la política le interesa poco pero ves que se va interesando de todos modos, las que les interesa algo más o las que directamente tienen muy claras sus ideas y se nota en el sesgo de sus creaciones. Hay mucha variación, en mi caso espero que quede claro que me apasiona la política y ahora más.

Hay gente que se queda en las formas, en la superficie, creyendo que las que hacemos eso somos todas nosotras, vistas en cliché de fan loca víctima de sus hormonas, el estereotipo misógino de fan, la pasión ilegítima de cuatro locas. Ven diversión con Lo Importante o algo que no entienden y les violenta, les da vergüenza ajena -no puedo evitar reírme cuando pienso en alguien indignado por un Garzón con corona de flores o bigotitos de gato dibujados- quieren que vuelva el señor de traje y reloj caro con cuatro escoltas porque es lo que han conocido siempre como política y políticos, no aceptan que pueda haber otro lenguaje, otra visión.

Un lenguaje tan sensual y festivo como el del fandom no les parece serio, no les parece que puede haber nada detrás, se quedan ahí y no miran más allá, pero ahí siguen estando las propuestas políticas, y aunque hay quiénes advierten sombríamente que las instituciones y los medios se están apropiando de nuestro lenguaje, que es para protegernos, no me parece cierto. Son excusas para intentar avergonzarnos, dicen que nuestro lenguaje da grima y vergüenza ajena y pretenden que no te sientas aludida, encima te intentan tomar por tonta y silenciarte.

Lo que les molesta es lo que hacemos, al fin y al cabo, aunque se intente usar electoralmente, que no deja de ser dudoso, nosotras vemos ese peligro y se discute sobre ello, no necesitamos que nos lo indiquen como un oráculo infalible.

Pienso que en parte les inquieta porque esto lo hacemos mujeres, y entonces ya tiene que ser una tontería rosita que no conduce a nada y no significa nada, y no tiene porqué, de hecho, a veces produce obras maravillosas, divertidas, emotivas y estimulantes, y puede ser inspiración para otro tipo de historias.

Se ha llegado a decir que ponemos en peligro la civilización occidental y que vamos a destruir la política, y todo es una pataleta de militantes de izquierdas que piensan que reírse es burgués, humoristas que temen que les coman la tostada las niñatas estas, gente que confunde una apariencia de seriedad con garantías de cumplimiento de promesas electorales como si no se la hubiesen jugado bien a gusto todos estos años mientras se reían pero de verdad, y sobre todo, señores que no soportan que hagas algo que ellos no ven bien, que pares ya. Y pasa que no vamos a parar porque ellos quieran.

El artículo resultante de las preguntas que me hizo Irene G Rubio sobre el fandom político



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